Buenos días blogueros,
Un compañero me recomendó leer Más allá del tiempo. Es un libro al que él recurre periódicamente, si bien no para leerlo entero sí para retomar ciertas partes de su contenido.
Os cuento mis experiencias a continuación.
SINOPSIS de Más allá del tiempo
Este libro reproduce la apasionada y profunda discusión entre un gran maestro espiritual y un físico eminente. Un abanico de cuestiones recorre los diálogos. ¿Ha tomado la humanidad un rumbo equivocado que conduce a una serie interminable de conflictos y destrucciones? El origen del conflicto humano, ¿no reside en la incapacidad del individuo para enfrentarse a lo que realmente es? ¿No tiene esa incapacidad su raíz en las divisiones que el «pensamiento» introduce en la «psique»? ¿Por qué hemos convertido el «pensamiento» en algo tan desmesurado y avasallador?
Ambos sabios coinciden en la escasa adecuación entre el pensamiento de la técnica y la realidad más profunda. Es preciso alcanzar la libertad respecto a las posturas egocéntricas. Una libertad que implica una índole especial de «discernimiento». Este discernimiento es el que hace percibir que más allá del pensamiento solo hay energía y forma, sin «yo» y sin tiempo, un trasfondo vacío de todo contenido, y que más allá de esta «nada» se encuentra algo mucho más intenso. Tal es la «base» de todo lo que existe, el comienzo y fin de todas las cosas.
La ciencia ha identificado esta «base» con la materia, pero ello comporta el olvido de lo «interior». Krishnamurti enseña que el contacto con la «base» solo se alcanza cuando la mente está en silencio, vacía de todo pensamiento. Entonces se disipa ese «centro de oscuridad» que es el «yo», y se produce una mutación fundamental.
Nuevas preguntas surgen a partir de aquí. ¿Cuál es la relación entre alguien atrapado en «la oscuridad del yo» y alguien liberado? ¿Cómo repercute la liberación en el cerebro? ¿Puede evitarse el deterioro de las células nerviosas y la senilidad? Krishnamurti coincide con Bohm en la idea de que la libertad y el discernimiento inciden en el funcionamiento del cerebro. El referente es la energía que está más allá del pensamiento, más allá del tiempo y la materia. El ser humano es transformable: un mensaje de lúcida esperanza impregna finalmente estos apasionantes diálogos.
AUTORES de Más allá del tiempo
David Bohm fue uno de los científicos más destacados del siglo XX en física teórica a nivel mundial. Colaborador de Einstein, es mundialmente conocido por sus trabajos en física cuántica (teoría de las variables ocultas no locales) que dieron pie a un nuevo paradigma científico que pone en entredicho nuestro concepto de realidad.
De fuerte compromiso social y político tuvo que abandonar los Estados Unidos cuando los tribunales le exigían que delatara a sus antiguos compañeros del partido comunista.
Entre la ciencia y la filosofía, David Bohm es autor de muchas obras destacadas. La síntesis de su pensamiento la ha expuesto en el libro La totalidad y el orden implicado, publicado por Kairós.
OPINIÓN de Más allá del tiempo
Más allá del tiempo es un libro de 384 páginas divididas en 13 capítulos cuya primera edición se publicó en 1996. Ha sido elaborado basándose en una serie de diálogos que sostuvieron Krishnamurti y el profesor David Bohm en Estados Unidos e Inglaterra entre los meses de abril y septiembre de 1980. En ocasiones estuvieron presentes otras personas y sus aportaciones circunstanciales a las discusiones, con una excepción, se atribuyen a interlocutor y no a individuos concretos.
El libro consta de trece conversaciones en las que podemos observar a dos personajes grandes, importantes e influyentes en sus campos (Krishnamurti en el campo espiritual y Bohm en el campo de la física teórica) diseccionando conjuntamente conceptos como pensamiento, espacio o tiempo, entre otros.
Creo que uno tiene que negar la noción misma del tiempo en el sentido de anticipar el futuro, y negar todo el pasado.
No suelo dar mi opinión sobre aquellos libros que no he terminado de leer pero con este voy a hacer una excepción. Más allá del tiempo es un libro que, como os comentaba al principio, me ha recomendado y prestado un compañero de trabajo. Es un libro que él suele leer de manera recurrente si bien no en toda su totalidad sí para refrescar partes concretas del libro. Yo no he sido capaz de terminarlo. Ni siquiera de llegar a la mitad. Lo empecé con muchas ganas, intentando entender todo aquello de lo que hablaban y seguir su conversación de cabo a rabo.
Con este libro ha quedado demostrado que mi mente es muy sencilla. No soy capaz de seguir la lógica, los razonamientos y las conclusiones que estos dos personajes van sacando tras sus conversaciones. Es más, aún a riesgo de que os riais de esta servidora, os diré que esos diálogos muchas veces me han recordado a la escena de Abbot y Costello "¿Quién está en primera base?" A mí, personalmente, me han parecido diálogos absurdos y sinsentido, y he sido incapaz de poder hilar o inferir razonamiento alguno desde el tema que tratan hasta la conclusión a la que llegan. Hay partes que me leído dos o tres veces pero al llegar a la conclusión pienso: "¿Y cómo dan por válido ese razonamiento y descartan cualquier otra posibilidad?"
Ejemplo1:
"DB: Usted está diciendo que el pensamiento es un proceso que está incluido en el tiempo.K: ¿No le parece que el pensamiento es el proceso del tiempo? Porque el pensamiento se basa en la experiencia, en el conocimiento, en la memoria y su respuesta, que constituya la totalidad del tiempo.
DB: Tratemos de expresarlo diciendo que el pensamiento, tal como generalmente lo conocemos, está en el tiempo.
K: El pensamiento, tal como lo conocemos actualmente, pertenece al tiempo.
DB: Sí. Hablando en general, yo estaría de acuerdo.
K: Hablando en general, el pensamiento es tiempo.
DB: Se basa en la noción del tiempo
K: Sí, muy bien. Pero para mí el pensamiento en sí es tiempo.
DB: El pensamiento mismo crea el tiempo, correcto."
Ejemplo2:
"DB: Me parece que lo que usted está diciendo es que la noción de controlarse a sí mismo psicológicamente no tiene sentido.
K: Por lo tanto el conocimiento del «yo», el conocimiento psicológico, es tiempo.
DB: Sí, entiendo que la totalidad de ese conocimiento es «yo», es tiempo.
K: Entonces, ¿qué es la existencia sin esto? No hay tiempo, no hay conocimiento en el sentido psicológico, ningún sentido del «yo». ¿Qué es lo que queda entonces? Al llegar a ese punto, la mayoría de la gente diría: «¡Qué horror es todo esto!»
DB: Sí, porque parece que no hubiera nada.
K: Nada. Pero si uno ha llegado a ese punto, ¿qué hay? ¿Diría usted que porque no hay nada eso es todo?
DB: Sí, aceptaría eso. Lo sé. Es verdad, lo contiene todo.
K: No hay meditación, nada.
DB: Ninguna cosa.
K: Ninguna cosa, correcto.
DB: Una cosa es limitada y esto no es una cosa porque no hay límites... Al menos lo contiene todo en potencia.
K: Un momento. Si no es nada, y por lo tanto lo es todo, entonces todo es energía.
DB: Sí. La base de todo es energía.
K: Por supuesto. Todo es energía. [...]"
He leído esos fragmentos varias veces, incluso escribiendo esta pequeña opinión del libro Más allá del tiempo. Pero sigo sin entenderlo, sin comprenderlo, sin poder seguir los pasos de estos dos grandes: Jiddu Krishnamurti y David Bohm. Viniendo estos diálogos de dos eminencias no puede darse el caso de que sean un sinsentido; por eso la conclusión lógica es que mi cerebro no da para más, es simple, es limitado.
Mi cerebro está muy acostumbrado a esta idea evolucionista de que llegaré a ser algo, de que ganaré algo, de que debo tener más conocimientos.
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