lunes, 15 de noviembre de 2021

El octavo mandamiento (Lawrence Sanders)

Buenos días blogueros,

Hoy os doy mi opinión sobre un libro que leí en mi adolescencia (hace mucho tiempo) y con el que me he encontrado recientemente por segunda vez. Se trata de El octavo mandamiento del escritor Lawrence Sanders. 


SINOPSIS:


Dunk, una chica de Iowa que vive y trabaja en Nueva York, lleva una existencia común y corriente como tasadora de monedas antiguas en la renombrada Grandby & Sons. Sin embargo, la fatalidad determina que su destino se cruce con el de Archibald Havistock, poderoso multimillonario neoyorquino que ha decidido vender su fabulosa colección numismática a través de la empresa en que trabaja Dunk. Encargada de tasar y trasladar las valiosas monedas, cuando la pieza Demaretion desaparece las sospechas recaen sobre ella... pero Dunk está dispuesta a investigar el caso por sí misma para salvar su nombre y reputación. Junto a Al Giorgio -detective encargado de conducir el asunto oficialmente- y a Jack Smack -investigador del seguro- conforman un trío de investigadores que, descritos en sus andanzas con una buena dosis de humor y simpatía, no se detendrán ante nada hasta descubrir la verdad. Y el horrible asesinato de Van Winckle, secretario del señor Havistock, y su amiga Dolly, encaminan ya de un principio las indagaciones hacia el seno de la familia Havistock... A partir de aquí, la fachada de respetabilidad de los Havistock va dejando paso a hechos y acontecimientos más tenebrosos: una mórbida historia de crímenes, pasiones enfermizas y relaciones siniestras que desvelará al lector el lado oculto de las vidas de los poderosos, signadas por la ambición, el sexo y la depravación.


SU AUTOR: Lawrence Sanders

Foto Lawrence Sanders
Lawrence Sanders

La vida del escritor estadounidense Lawrence Sanders, quien alcanzó una gran popularidad a nivel mundial gracias a la saga traducida al español como “El pecado mortal”, comenzó en Nueva York el 15 de marzo de 1920.

Tras cursar sus primeros estudios en una escuela pública cercana a su domicilio, el autor asistió a Wabash College, institución donde completó una licenciatura en Artes.

En 1943 se sumó al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos.

Interesado por la escritura, dedicó varios años de su existencia a la creación de textos periodísticos y, después de numerosas temporadas sumando experiencia como editor y redactor, se animó a probar suerte como novelista, una faceta que lo consagró como figura de renombre internacional dentro del ámbito literario.

En 1971, a meses de haber lanzado “The Anderson Tapes” (que llegó a ser bestseller y se tradujo a una treintena de idiomas), Sanders fue galardonado con el Premio Edgar. Desde entonces, su fama no dejó de crecer y las satisfacciones profesionales fueron en aumento.

“Las crónicas de Marlowe”“Los placeres de Helen”“El primer pecado mortal” (serie que se extiende en distintos volúmenes hasta el cuarto pecado), “El sexto mandamiento” (colección complementada con el séptimo, octavo y décimo mandamiento) y la saga McNally (“El secreto de McNally”“La suerte de McNally”“La treta de McNally”, etc, lista que se enriquecería tiempo más tarde con relatos creados por Vincent Lardo) son parte de los trabajos que permiten apreciar las habilidades literarias de Sanders en diversas lenguas.

El 7 de febrero de 1998, este prolífico y afamado novelista que se convirtió en el autor favorito de muchos amantes de las historias de suspenso y misterio encontró la muerte en su hogar ubicado en Pompano Beach, una ciudad perteneciente al estado norteamericano de Florida.


OPINIÓN de El octavo mandamiento:

Como os decía al principio, no es la primera vez que me encuentro con este libro. La primera fue en mi más tierna adolescencia así que, como os podéis imaginar, transcurrido todo este tiempo, no recordaba nada de la historia, los personajes, la trama o el desenlace. La edición que yo leí era de Círculo de Lectores, publicado en 1987 y cuya traducción estaba a cargo de Jorge García Damiano.

El octavo mandamiento es una novela de 285 páginas divididas en 32 capítulos. Está narrada en primera persona por nuestra protagonista, Mary Lou Bateson, más conocida por el apodo Dunk, debido a su gran altura. (En inglés, dunk significa encestar o hacer un mate en baloncesto). 

"Los hombres me tratan con aire risueño; las mujeres con compasión. Me llamo Mary Lou Bateson, pero el apodo "Dunk" me ha seguido desde Des Moines hasta Nueva York. De alto mido casi uno ochenta ocho ... descalza."


Dunk nos cuenta rápida y brevemente su vida hasta que comienza a trabajar como numismática en Grandby and Sons, una antigua y respetada casa de subastas. Es natural de Des Moines, la capital de Iowa. Es una joven muy alta y delgada y por eso dicen que recuerda a una espiga. 

Archibald Havistock, un poderoso multimillonario neoyorquino que ha decidido vender su fabulosa colección numismática, contrata los servicios de Granby and Sons. Desgraciadamente, en el traslado de la mercancía desde la propiedad privada del señor Havistock hasta la casa de subastas ocurre algo inesperado a pesar de las fuertes medidas de seguridad previstas. Desaparece la Demaretion, una antigua y valiosa moneda griega: un decadracma del año 470 a de C.

A partir de este momento, comienza nuestra historia. Veremos que el peso de la novela El octavo mandamiento lo llevan tres personajes: nuestra protagonista, Dunk, sospechosa del robo de la moneda; Al Georgio, policía encargado de investigar el suceso; y Jack Smack, investigador de la póliza del seguro de la compañía Grandby and Sons. 

Dunk no entiende cómo ha podido desaparecer la moneda. Además, quiere limpiar su nombre por lo que, cuando es suspendida de empleo y sueldo de forma temporal, se dedica a investigar el robo de la decadracma.

En su investigación acabará colaborando con Al Georgio y Jack Smack, dos jóvenes apuestos e inteligentes que caerán rendidos a sus pies. Ambos son completamente diferentes el uno del otro, totalmente opuestos. Uno es serio y responsable, el otro es alocado y divertido. Uno tienes ganas de sentar la cabeza y el otro solo quiere vivir la vida. Y en medio se encuentra Dunk, abrumada de los halagos que recibe, de las atenciones que le prestan y de tener, por fin, dónde elegir.


Uno pasa la mitad de la vida coleccionando cosas y la otra mitad librándose de ellas

¿Y qué os cuento de la novela?


Tal vez el paso de los años nos hace ver las cosas desde otra perspectiva, al haber añadido un extra de madurez a nuestra persona y una mirada más analítica (y menos superficial) de lo que se lee. Como os digo no recuerdo qué pensé cuando lo leí por primera vez. Pero hoy, estas son mis impresiones.

La novela El octavo mandamiento de Lawrence Sanders me recuerda un poco a esas películas domingueras que proyectan en televisión y cuyo único fin es entretener. Digo esto porque si empiezas a cuestionar lo que va ocurriendo en la película te vuelves loco, no tiene ni pies ni cabeza, no tiene sentido. Hay cosas que ocurren porque tienen que ocurrir para que la trama continúe, pero no es ni mucho menos lo más lógico. En esta novela, por ejemplo nos encontramos con la situación de que nuestra protagonista es contratada por una familia adinerada para investigar un robo. Y mi pregunta es: ¿no sería más lógico contratar un detective privado para investigar el caso en cuestión y no a una persona sin experiencia y encima sospechosa de haber cometido el delito?

A lo largo de la novela también veremos que las cosas más importantes son deducidas precisamente por Dunk, nuestra protagonista y no por Al, el policía, ni por Jack, el detective el seguro. 

En esta historia podemos comprobar que el dinero no da la felicidad y que las apariencias casi siempre ocultan la verdad, cosas que se contradicen con lo que se muestra al público. Seremos testigos de los tejemanejes de las personas adineradas involucradas en el robo y de sus formas de vida, no siempre austeras. 

El octavo mandamiento es una novela que mezcla el robo de la Demaretion con varios asesinatos y cuya trama queda totalmente resuelta. Su autor, Lawrence Sanders, ha conseguido una novela con un lenguaje bastante desenfadado e informal, fácil de leer, que no se hace pesado. Una novela que nos hará pasar un rato entretenido, aunque, como os digo, desde mi punto de vista hay muchos aspectos que son superfluos y que no tienen lógica. 


Uno puede ser lógico con respecto a la vida de otros, pero nunca con respecto a la propia.


Calificación:

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3 comentarios:

  1. Lo que nos cuentas en tu reseña sobre la trama de esta novela me atrae en su conjunto. Sin embargo, el parrafo que comienza con el parecido de la trama con las películas domingueras y las preguntas que te haces sobre cómo se abordan una serie de hechos, me hacen dudar muy mucho en cuanto a una posible lectura de El octavo mandamiento. Un abrazo.

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  2. No termina de convencerme esta vez así que lo dejo pasar.
    Besotes!!!

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