viernes, 26 de marzo de 2021

Las jaurías (Alberto Gil)

Buenos días blogueros,

Hoy os hablo de la novela ganadora del Premio Internacional de Novela Negra L’H Confidencial 2020: Las jaurías del escritor madrileño Alberto Gil. Fue publicada en noviembre de ese mismo año por Roca Editorial de Libros S.L.


Las jaurías (Alberto Gil)


SINOPSIS:


UNA FASCINANTE INDAGACIÓN SOBRE UN VIEJO CRIMEN DE ESTADO, DOS ASESINATOS SIN RESOLVER Y LA MISTERIOSA DESTRUCCIÓN DE UNA FAMILIA, EN LA FRÁGIL LÍNEA FRONTERIZA DEL GUADIANA. 

En abril de 1965, en un pueblo extremeño fronterizo con Portugal aparecieron los cadáveres del general Humberto Delgado y de su secretaria. Los asesinatos fueron obra de la policía política portuguesa, por encargo del dictador Oliveira Salazar y con la colaboración de Franco. Muchos años después, para Abel Castro, un viejo periodista en paro que trabajó en el caso, se trata de un asunto olvidado. Pero deja de serlo al recibir la visita de Catarina, una joven fotógrafa portuguesa que tiene el encargo de recorrer los escenarios de los crímenes y quiere aclarar un misterio que la atormenta. Coincidiendo con el asesinato de Humberto Delgado, el único hermano del padre de Catarina desapareció para siempre y ese hecho, como un veneno de efecto retardado, destruyó a toda su familia. Abel acabará acompañándola en un viaje fronterizo en el que descubrirán que aquel pasado inquietante y lejano aún está lleno de amenazas.


SU AUTOR:


Alberto Gil - Las jaurías
Imagen sacada de: https://elfar.cat/art/32406/la-novella-las-jaurias-dalberto-gil-guanya-el-14e-premi-lh-confidencial

Alberto Gil nació en Madrid en 1952. Es autor de más de treinta libros de viajes y ensayos, como La censura cinematográfica en España; de la novela negra Ocho pingüinos, ambientada en el Madrid de 1963, y del libro Espíritu de Nueva York, ilustrado por Fernando Vicente y editado a finales de 2019.


OPINIÓN:


Las jaurías es una novela de ficción que gira en torno a un hecho histórico real ocurrido en 1965. Se trata del asesinato del general Humberto da Silva Delgado, más conocido como el general sin miedo, y de su secretaria, la brasileña Arajaryr Canto Moreira de Campos. Sus cuerpos fueron enterrados en el camino de Malos Pasos (Badajoz) y encontrados un par de meses después de forma fortuita. Para información más detallada sobre los sucesos históricos reales os aconsejo visitar la página de Xavier Tornafoch i Yuste, profesor e historiador.

En Las jaurías, su autor Alberto Gil utiliza esos sucesos reales como base para la historia de su novela. Las jaurías tiene 208 páginas divididas en 28 capítulos de corta extensión y a través de un narrador omnisciente conoceremos a nuestros protagonistas. Por un lado está Abel Castro, un reputado periodista que ronda los sesenta años y que acaba de ser despedido mediante un ERE (Expediente de regulación de empleo). La razón de su despido es sencilla: sus jefes entienden que Abel no ha sabido adaptarse correctamente a las nuevas tecnologías y prefieren incluir en plantilla a una generación más joven, dinámica y con fluidez tecnológica como pueden ser blogueros, youtubers, etc.  


—Al final todos los días se parecen. Lo único que varía es el estado de ánimo del observador.


Por diversas circunstancias coincidirá con una mujer llamada Catarina Chagas, una joven fotógrafa portuguesa que trabaja en la edición digital del periódico y que, por motivos personales, quiere ahondar un poco más en aquellos sucesos ocurridos en 1965. Acude a Abel para que le ayude a indagar porque sabe que él soportó un gran peso de la investigación de aquellos años, estuvo trabajando como corresponsal en los juicios, viajó a Portugal, habló con mucha gente y tiene abundante documentación sobre el caso. Abel siempre ha tenido la sensación de que no todo quedó resuelto ni aclarado y sabe que en el camino quedaron muchas preguntas sin respuesta.

Debemos situarnos correctamente en la época histórica en la que suceden estos acontecimientos y tener en cuenta que en 1965 se vivía una época muy difícil. Muchas familias tenían que dedicarse al contrabando para poder sobrevivir (tabaco, café, etc). Además, en España gobernaba Franco, y en Portugal Salazar. Dictaduras ambas que perseguían ferozmente cualquier oposición a su forma de gobierno. Por lo que un asesinato como el del general portugués Humberto Delgado, contrario en sus ideas al régimen de Salazar, tendría mucho interés en mantenerse oculto. Y es que hablamos de un crimen cometido en España en pleno franquismo, un crimen político sin aclarar y que aún a día de hoy, con la Ley de Secretos Oficiales se ha conseguido, en cierto modo, blindar el pasado, pues la mayoría de los documentos siguen siendo clasificados.

Desde el principio todo apuntaba en la misma dirección: los asesinatos eran obra de la policía secreta  (la PIDE) que estuvo al servicio de Antonio de Oliveira Salazar para eliminar a sus opositores y que lo ayudó a mantenerse en el poder más de cuarenta años, con la necesaria complicidad de la Policía española. Dos tiranos, dos culpables: Salazar, el urdidor de la encerrona, y Franco, encubridor de un crimen que logró silenciar con ayuda de la censura. 

La verdad no está solo en los grandes acontecimientos, también se esconde en los detalles menores. Pero qué más da si, en uno y en otro caso, mantenemos esa frágil voluntad, ese silencio impuesto bajo amenazas o esa vocación perseverante de olvidarlo todo.

Catarina Chagas, como os decía, tiene motivos personales para intentar sacar a la luz todo lo que pasó en aquella época. Una sucesión encadenada de hechos que comenzó con la desaparición de su tío conseguirá terminar destruyendo a toda su familia. Ella necesita saber qué pasó y por qué. Quiere averiguar todo lo posible, toda la verdad y juntos, Abel Castro y Catarina Chagas, viajarán a La Raya, la frontera terrestre entre España y Portugal donde visitarán numerosas localidades, Olivenza y Villanueva del Fresno entre otras. 

Su misión no es otra que volver sobre los pasos que una vez dio Abel cuando hacía de corresponsal, recorrer todos los sitios visitados tanto por él como por Catarina con su padre antes de morir y preguntar a las gentes de los pueblos colindantes para ver si cincuenta años después el miedo ha desaparecido de los supervivientes de la época y pueden obtener información relevante que se haya mantenido en silencio por temor a las represalias. Harán una fantástica investigación periodística sobre los sucesos allí acontecidos y lo que descubrirán les dejara sin aliento porque hay gente que no quiere que el pasado se remueva y tendrán que vigilar sus espaldas durante todo su viaje. No todo el mundo está dispuesto a que la verdad salga a la luz. Aquella fue una época difícil de vivir y en la que aún cincuenta años después la memoria duele. Y las heridas escuecen.

Esa es una de las grandes oportunidades que nos brinda esta novela. Las jaurías nos recuerda la importancia de no perder nuestra memoria histórica, de aprender de los fallos e intentar no cometer dos veces el mismo error.

—Alucinante lo de la financiación ilegal, ¿crees que los procesarán? 

—No sé, lo único que veo es un país con memoria de pez. Así que seguro que los volverán a votar. 

—Parece que siempre estamos empeñados en repetir nuestra historia.


En definitiva, y usando las propias palabras del autor, "Las jaurías pretende ofrecer un relato histórico, en clave de novela negra, sobre un lugar y un momento muy precisos de nuestro pasado: esos tres meses, febrero, marzo y abril de 1965, en los que coincidieron cuatro asesinatos en esa región fascinante de La Raya, que con sus secretos, intercambios, afinidades y conflictos, une y separa los dos países ibéricos."


La memoria es como una linterna con las pilas casi gastadas. Trajinas a oscuras por el pasado, sin saber con qué tropiezas, hasta que de repente su luz oscilante alumbra algo y desvela la naturaleza del lugar al que acabas de entrar. A veces, para terminar descubriendo que ya habías estado antes allí.


Calificación:

Para más información:



2 comentarios:

  1. Qué buena pinta tiene! NO sabía nada de esta historia. Tomo buena nota, que me has dejado con ganas.
    Besotes!!!

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  2. Me gustó mucho esta novela. La trama tiene unos ingredientes muy atractivos, como el enfocarla como una novela testimonio, y el hecho de centrarse en un episodio real, con la frontera con Portugal como paisaje poco utilizado en las novelas de este género literario. Un abrazo.

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