lunes, 19 de abril de 2021

Viaje al centro de la Tierra (Julio Verne)

 Buenos días blogueros,

Hoy toca compartir mis impresiones sobre un libro clásico que habrá hecho compañía a más de uno en su iniciación en la lectura. Un autor, Julio Verne, del que no había leído nada hasta este momento. Os hablo de Viaje al centro de la Tierra.

Viaje al centro de la Tierra (Julio Verne)


SINOPSIS:


El obstinado profesor Lidenbrock descifra un criptograma del alquimista Arne Saknussemm y llega a la conclusión de que es posible viajar al centro de la Tierra. Por el cráter de un volcán apagado desciende junto a su escéptico sobrino Axel, y Hans Bjelke, un imperturbable guía. Su esfuerzo y su coraje son tan grandes como la perplejidad que sienten ante abismos, mares de lava, rebaños de mastodontes o vegetación antediluviana. 

La combinación de portentosas aventuras, escenarios insólitos y elementos científicos - todavía por descubrir en su época - dio al escritor francés Julio Verne (1828 - 1905)  la popularidad inmediata a partir de su primera novela, Cinco semanas en globo. El viaje, como símbolo del esfuerzo del hombre para encontrarse consigo mismo, centra la obra de este abogado y conferenciante que tuvo que sobreponerse a la presión familiar y al fracaso para dedicarse a la literatura.


SU AUTOR:


Julio Verne - Viaje al centro de la Tierra

Julio Verne (8/02/1828 - 24/03/1905) fue uno de los grandes autores de las novelas de aventuras y ciencia ficción del siglo XIX. Destacó por su capacidad de anticipación tecnológica y social, motivo que le ha llevado a ser considerado como uno de los padres del género de la literatura de ciencia ficción y la “moderna” novela de aventuras de su época, prediciendo muchos de los inventos tecnológicos del siglo XX en sus obras.

Nacido en una familia adinerada y siendo el mayor de cinco hermanos, Verne disfrutó de una buena educación y ya de joven comenzó escribir narraciones y relatos sobre todo de viajes y aventuras. Mantuvo una relación conflictiva con su padre debido a su gran autoridad y, debido a su enamoramiento no correspondido por su prima a los once años, desarrolló una gran aversión hacia las mujeres. Se casó con un viuda rica en 1857 y tuvieron un hijo juntos (Michael Verne).

Antes de ingresar en la Universidad estudió Filosofía y Retórica en el Liceo de Nantes y, posteriormente, se licenció en Derecho. En 1848 escribió sonetos y algunos libretos de teatro y conoció a la familia Dumas, la cual influenció mucho en sus futuras obras y le ayudó a difundirlas. Verne se entregó a la literatura pese a no contar con apoyo económico alguno. Sus primeras obras no tuvieron mucho éxito, por lo que tuvo que compaginar su pasión por la escritura con la docencia para sobrevivir. Emprendió varios oficios como secretario o agente de bolsa antes de poder vivir de sus escritos.

A partir de 1850 comenzó a publicar y trabajar en el teatro gracias a la ayuda de Alejandro Dumas. Sin embargo, es con su viaje de 1859 a Escocia cuando Verne inicia un nuevo camino gracias a su serie de los Viajes extraordinarios, de los que destaca Cinco semanas en globo o La vuelta al mundo en 80 días. El éxito de las novelas fue en aumento y con el apoyo de su amigo y editor Hetzel tuvo grandes ventas. Verne era un auténtico adicto al trabajo, pasaba días y días escribiendo y revisando textos.

En 1888 fue elegido concejal del Ayuntamiento de la ciudad de Amiens, ejerciendo el cargo durante quince años. Julio Verne murió en Amiens el 24 de marzo de 1905 con 77 años. Tras su muerte, su hijo, Michael Verne, siguió publicando algunas obras bajo el nombre de su padre, lo que ha creado cierta confusión en la autoría de algunos libros.


OPINIÓN:


Viaje al centro de la Tierra es una novela de ciencia ficción escrita por Julio Verne y publicada originalmente el 25 de noviembre de 1864. La edición que yo tengo es un ejemplar publicado por El País en el año 2004. Fue traducido por Mauro Armiño y consta de 259 páginas y 45 capítulos.

La historia comienza cuando el profesor Lidenbrock llega a su casa y reclama la presencia de su sobrino Axel en su despacho. Está alterado por un libro que acaba de comprar y que considera un tesoro inestimable. Se trata de un manuscrito rúnico, una obra original de setecientos años escrito en lengua islandesa. Quiso la casualidad que encontraran un pergamino, también rúnico, en su interior que contenía un criptograma (mensaje en el cual el sentido está oculto bajo letras revueltas adrede y que convenientemente dispuestas formarían una frase inteligible). Un pergamino escrito  por el sabio alquimista del siglo XVI de nombre Arne Saknussemm. Un pergamino codificado cuya resolución impulsará al profesor Lidenbrock y a su sobrino Axel a emprender la más extraña expedición del siglo XIX: viajar al centro de la Tierra.


Así es como Julio Verne nos presenta a nuestros protagonistas, Otto Lidenbrock y Axel, y nos adentra a una inimaginable aventura con ellos.

Otto Lidenbrock vive en Alemania, en una de las calles más antiguas del barrio viejo de Hamburgo.  Es alto, rubio, tiene cincuenta años y una salud de hierro. Es un hombre impaciente, un sabio egoísta al que no le gusta compartir sus conocimientos sino exponerlos ante un público con el que deleitarse. Tiene amplios conocimientos en diversas materias: geología, idiomas y dialectos, y es profesor de mineralogía en el Johannaeum.

Y en mineralogía hay muchas denominaciones semigriegas, semilatinas, difíciles de pronunciar, muchos de esos rudos sustantivos que despellejarian los labios de un poeta. No quiero hablar mal de esta ciencia. Lejos de mí semejante idea. Pero cuando uno se encuentra en presencia de cristalizaciones romboedricas, de resinas retinasfálticas, de gelenitas, de fangasitas, de molibdatos de plomo, de tungstatos de manganeso y de titaniatos de circonio, hasta a la lengua más diestra le está permitido trabarse.

Por el contrario, su sobrino Axel es un joven que vive con él y le ayuda con la clasificación de rocas y minerales. Tiene una relación secreta con Graüben, la ahijada del profesor, de la que está enamorado por completo. 

Ambos, junto con Hans Bjelke, un cazador de patos contratado por el profesor, se adentrarán en una expedición al interior del globo. En ella, Hans hará de guía y será muy útil por su fuerza, su silencio, su inalterabilidad y sobre todo en la búsqueda de agua gracias a su instinto particular de montañés y zahorí.

La historia está narrada en primera persona por el joven Axel. Así conoceremos las excentricidades del profesor, las dudas, miedos e inseguridades de Axel, así como su deseo de parar la que para él será la mayor locura de su tío. Por otra parte, nos mostrará la determinación del profesor, la ansia por alcanzar la meta propuesta por Arne Saknussemm, la necesidad de ser el primero en conseguirlo y de la posibilidad de modificar las teorías científicas habidas hasta el momento. 

El resto del día transcurrió en cálculos y conversación. Di siempre la razón al profesor Lidenbrock, y envidié la perfecta indiferencia de Hans que, sin buscar efectos ni causas, se dejaba ir ciegamente donde le llevaba el destino.

El libro hace numerosas menciones a la geografía, con amplias y detalladas descripciones, como pueden ser los Fiordos Noruegos, la Calzada de los gigantes de Irlanda,  entre otros. Así mismo, en la expedición descubrirán rocas, vegetación, torrentes de agua, pozos, cavernas y grutas, osarios de animales antediluvianos, un océano con sus brisas y sus tempestades bajo la corteza terrestre, etcétera. 


La trama avanza a base de describir los lugares por los que pasan los protagonistas, de elucubraciones científicas y de luchar contra las dificultades que ofrece el descenso al centro de la Tierra.

Personalmente, el libro se me hace lento. Parece que no hay nada más que tres personas adentrándose en el centro de la Tierra, por largos, empinados y oscuros túneles, con sus problemas y sus inesperadas situaciones y que descienden y descienden sin un aparente final. 

Mientras el corazón late, mientras la carne palpita, no admito que un ser dotado de voluntad permita que la desesperación anide en él.


Sí he de reconocer que Julio Verne, aunque yo no haya disfrutado de esta obra, tenía un gran talento y que predijo con gran precisión en sus relatos la aparición de algunos inventos generados por los avances tecnológicos del siglo XX, como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales.

- Ya ves que no ocurre nada de eso y que los hechos, siguiendo su costumbre, vienen a desmentir a las teorías.

Calificación:

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3 comentarios:

  1. No he leído nada de Verne. Y por lo que cuentas, creo que si me estreno, no va a ser con esta novela. También es cierto que de todas sus historias, ésta es la que menos me atrae.
    Besotes!!!

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  2. Hola, he visto la película pero no lo he leído, y pensé que sería más ágil, eso pasa con varios libros de Verne, el autor quiere compartir sus conocimientos y eso lastra en ocasiones la lectura. Besos.

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  3. Una de mis lecturas de juventud. Verne es uno de los clásicos que impulsaron mi afición a estar acompañado por una buena lectura. Un abrazo.

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