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viernes, 9 de agosto de 2013

Guardianes del falso Edén (Gabriel Monte Vado)

Buenas,

El libro del que voy a hablar hoy es "Guardianes del falso Edén" escrito por Gabriel Monte Vado y publicado por Ediciones Atlantis, a la que le agradezco el envío del ejemplar.


Guardianes del falso Edén - Gabriel Monte Vado



Sinopsis:

Un sicario colombiano, William Moreira, alias “Willy Beretta”, llega a Madrid en mayo de 2011. Le han contratado para matar a Alejandro Téllez, abogado, y a su socio, Álvaro Castillo. Consigue su objetivo, pero surgen complicaciones: una sirvienta que no debía estar de servicio ese día da la voz de alarma. Además, un hombre que está en la calle corre hacia el sicario con una pistola, sin embargo, este escapa en su moto. Por las calles de la capital dos vehículos empiezan a seguirle y dispara contra los ocupantes de uno de ellos causando su muerte. 

Días antes de los asesinatos, Martín Acevedo, un agente especial al servicio de la llamada Inteligencia Militar, ha sido encargado de investigar a Téllez y Castillo por su presunta implicación en un asunto de tráfico de armas y explosivos robados al Ejército de Tierra.

"Guardianes del falso edén" desarrolla la acción policíaca intercalando un entramado de relaciones personales que imbuyen al lector en otros temas como la actualidad política, lo que proporciona a la trama una altura cultural de la que carecen otras narraciones del género.

Opinión:

"Podríamos vivir en un verdadero Edén pero el egoísmo, la avaricia, la soberbia, la ira, todos los defectos humanos, nos lo impiden".

Guardianes del falso Edén, es una novela que se divide en prefacio, cuatro partes compuestas de un total de 33 capítulos y un epílogo final. 

En el prefacio, el autor nos presenta a nuestro asesino Willy Beretta, nos lo describe y nos informa de su modus operandi. "William Moreira, alias "Willy Beretta", era un sicario colombiano de mediana estatura, complexión fuerte, tez morena y gatillo fácil. Tenía una sonrisa inquietante, algo burlona y unos ojos grises de mirada fría y penetrante. Era un asesino con recursos y no era barato."No era un psicópata pero hacer lo que hacía no le suponía ningún problema, y de algo tenía que vivir. Era una cuestión práctica: matar se le daba bien y no le quitaba el sueño".

El autor nos cuenta a través de la historia que no es la primera vez que Willy viaja a nuestro país por un encargo como el que acaba de recibir. En esta ocasión, sus objetivos son dos socios, un abogado llamado Alejandro Téllez y un economista al que conocen como Álvaro Castillo. Willy trabaja muy bien y como la persona que le contrata ya le conoce por otros trabajos anteriores, le da carta blanca para elegir el método que crea más conveniente para deshacerse de Alejandro y Álvaro. Para ello, Willy tendrá que quedar con una tercera persona con la que será posible el intercambio de información, y que realizarán en un bar a través de dos sobres. En uno de ellos se encuentra un móvil sin gps y en el otro la información sobre las víctimas (familia, horarios, fotografías), con las que podrá hacerse una idea de cómo y cuándo llevar a cabo su trabajo sin sobresaltos.




Gabriel Monte nos lleva de la mano hasta que Willy consigue su objetivo, no sin antes encontrarse con algún que otro inconveniente (la señora de servicio está en casa el día que supuestamente libra, le persigue un coche con dos personas en su interior, de las que Willy sospecha que son policías y a los que finalmente acaba matando). Y se marcha del país con su objetivo cumplido, su dinero en su cuenta bancaria, pero con la sensación de que algo no ha terminado de ir bien.

Todo esto ocurre en el prefacio, así que os haréis una idea de lo entretenido, emocionante, y rápido que ocurre todo. Es una parte trepidante y cuando la acabas piensas: "Anda, si todavía me queda el libro entero. ¿Qué vendrá ahora?" Además esta parte me ha servido también para ampliar vocabulario, pues no sabía lo que era un cártel, y buscando en la RAE descubrí que significa "Organización ilícita vinculada al tráfico de drogas o armas".

A partir de este momento comienza nuestra verdadera historia, que no es el asesinato que lleva a cabo Willy Beretta como podemos llegar a pensar en un principio. La primera parte nos cuenta qué ha ocurrido en los días previos a que Willy  llegara a España y cometiera sus asesinatos. Para ello Gabriel Monte nos presenta a Martín Acevedo, un personaje muy bien perfilado. Se trata de un agente especial al servicio de la llamada Inteligencia militar quien junto a su equipo investiga a Alejandro Téllez por una presunta implicación en un asunto de armas y explosivos. Martín Acevedo lo tiene todo bien organizado y es capaz de mandar a su equipo y distribuirlo sin que la persona a la que siguen se dé cuenta (aún haciendo múltiples transbordos en distintos transportes incluidos los públicos entre los que se encuentran el autobús, metro, taxi, a pie). Durante este seguimiento, se toparán con Willy Beretta y serán incapaces de evitar la muerte de Alejandro Téllez y su socio. El resto de la novela nos llevará por distintas investigaciones que realizarán para dar con el asesino y encontrar a la persona que lo contrató.

Guardianes del falso Edén, tiene muchas descripciones de todo tipo: paisajes, personajes, conductas humanas, cachivaches, instrumentos de seguimiento, etc. Hay algunos instrumentos muy originales, complejos y curiosos que les ayudarán en su investigación y que Gabriel Monte nos presenta de una manera muy sencilla. 

En la novela, además hay tiempo para todo: fiestas, trabajo, amigos, charlas con fundamento con un vecino muy especial. Y dentro de esas charlas con fundamento no faltarán las críticas sociales a los políticos y la banca entre otros. 

Tony, un alocado amigo de Acevedo, soldado de operaciones especiales, visita la ciudad y a su amigo, y le comenta sobre su trabajo:  "El problema viene por la mentalidad de algunos políticos, nos mandan a una guerra mientras a la opinión pública le hacen ver que vamos a repartir bocadillos. No quieren complicaciones de ningún tipo, como si en una guerra las cosas se pudieran controlar a voluntad". 

Militantes de un grupo político afirman: "Es cierto que nosotros no hemos hecho bien nuestro trabajo y lo vamos a pagar. Muchas empresas tuvieron que cerrar por el impago de las Administraciones Públicas, sin que nadie les llamara la atención, ese abuso de poder nos va a pasar factura. Hemos defraudado a muchos ciudadanos que confiaron en nosotros".


Y la banca no se queda atrás: "Las entidades financieras tienen mucha culpa de la crisis Gaspar, y deberían pagar su parte. Antes de que estallara se percibía algo anormal en la economía española y ellos eran una parte importante del problema: consumo y endeudamiento excesivos, por encima de las posibilidades, enriquecimiento rápido y fácil de personas que no eran verdaderos empresarios sino meros especuladores y oportunistas sin preparación, y la clave, un comportamiento irresponsable de los bancos y cajas, empezando por el Banco de España; dando créditos alegremente, animados por las administraciones y haciendo invertir a sus clientes en valores de alto riesgo. Por no hablar de la desmesurada tasación de los inmuebles, que ha producido un aumento artificial de los precios. Los ciudadanos se sienten engañados y no tienen quien les defienda. Alguien dijo que los bancos dan al ciudadano de a pie un paraguas cuando llueve, para quitárselo cuando empieza el chaparrón".

Y críticas a la sociedad en general: "Una sociedad que nos enseña a codiciar lo que no tenemos ni la mayoría de las veces necesitamos, que establece la jerarquía, no por la verdadera valía de las personas, sino por las apariencias, es una sociedad enferma y manipulable".

Pero no todo son críticas. Hay personajes muy variados. Supongo que por deformación profesional me ha marcado mucho Paco "byte", un hacker reformado, muy peculiar, al servicio del equipo de Inteligencia, Martín Acevedo por su buen hacer, y David López, el vecino de Acevedo por sus reflexiones y su paz interior. Se ve en todos los personajes un gran sentido del compañerismo, del respeto, de la amistad y del trabajo. Es una obra cercana y llena de reacciones humanas.

Guardianes del falso Edén es una novela que está escrita de forma que te engancha desde el principio hasta el final: quieres saber qué ha pasado, cómo lo han investigado, qué instrumentos han usado y cómo han llegado a esa conclusión final. El lenguaje en que está escrito es muy ameno y divertido. Es un libro fácil de leer y que no te cansará. 

Termino la reseña con una frase del libro que me encantó:

"Los buenos libros, como las buenas películas, permiten descubrir cosas nuevas cuando repites la experiencia y siempre los disfrutas".

Calificación: